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Los indestructibles: el western que forjó a John Wayne

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Robinson Lalos
Editor Senior
Los indestructibles: el western que forjó a John Wayne

Los indestructibles: El western que marcó el cuerpo y el alma de John Wayne

Cómo una caída de caballo en 1969 reveló la verdadera esencia del Duque: un hombre de acero forjado en el dolor y la resiliencia

Póster de la película Los indestructibles con John Wayne y Rock Hudson

El año 1969 representó un momento crucial en la vida y carrera de John Wayne. A sus 62 años, el actor que se había convertido en el símbolo del western americano vivía una especie de renacimiento profesional. Después de décadas interpretando cowboys rudos y soldados valientes, ese año recibiría el premio más codiciado de Hollywood: el Oscar al mejor actor por su papel en "Valor de ley". Una ironía del destino, considering que Wayne siempre había considerado que sus mejores interpretaciones quedaron lejos de la atención de la Academia.

El Oscar tardío

"Valor de ley" no solo le dio a Wayne su único Oscar, sino que también reavivó su carrera en un momento en que parecía estar perdiendo relevancia. La película, donde interpretaba al alguacil Reuben J. "Rooster" Cogburn, fue un éxito tanto de crítica como de taquilla, demostrando que el Duque todavía tenía mucho que ofrecer al cine.

Pero 1969 también sería el año en que el cuerpo de Wayne comenzaría a traicionarlo. El mismo año de su triunfo en los Oscar, protagonizaría "Los indestructibles", una película que, aunque no alcanzó la misma repercusión crítica, dejaría una marca imborrable en su físico y en su espíritu. Lo que comenzó como otro western más en su extensa filmografía terminaría convirtiéndose en un testimonio de la resiliencia que definiría tanto sus personajes como su propia vida.

John Wayne recibiendo el Oscar por Valor de Ley en 1969

Es fascinante cómo a veces la vida imita al arte de maneras tan crudas. John Wayne, el hombre que había construido su carrera interpretando personajes duros e indestructibles, se enfrentaría a una prueba real de su propia resiliencia durante el rodaje de "Los indestructibles". Y en esa prueba, veríamos emerger la verdadera esencia del Duque: no la del personaje, sino la del hombre detrás del mito.

El accidente: La caída que cambió todo

John Wayne y Rock Hudson en una escena de Los indestructibles

La producción de "Los indestructibles" comenzó justo después de que Wayne terminara el rodaje de "Valor de ley". Con el entusiasmo renovado por su reciente éxito profesional, el actor se embarcó en este nuevo proyecto dirigido por Andrew V. McLaglen y co-protagonizado por Rock Hudson. La película, ambientada después de la Guerra Civil Americana, seguía a un coronel de la Unión (Wayne) y un oficial confederado (Hudson) que se ven obligados a colaborar en medio del conflicto entre Maximiliano de Habsburgo y Benito Juárez en México.

La caída

Fue durante una de las escenas a caballo cuando ocurrió lo inevitable. Según relataría el propio Wayne en una entrevista con Playboy en 1971, el actor sufrió una caída que le causaría lesiones permanentes. "¡Qué demonios! Me he caído de un montón de caballos. Incluso me caí a propósito en 'Valor de ley'. Pero esa caída en 'Los indestructibles' fue irritante porque me rompí algunos ligamentos del hombro", confesaría Wayne años después.

Las consecuencias de esa caída serían duraderas. "Ya no puedo usar bien un brazo, y me hace quedar como un idiota cuando me subo a un caballo", admitiría Wayne con su característica franqueza. Para un actor que había construido su carrera montando a caballo en innumerables westerns, esta limitación física representaba no solo un obstáculo profesional, sino un golpe a su identidad.

"Estaba acostumbrado a sacrificar su cuerpo por el cine. No era un llorón, podía soportar el dolor." - Pilar Pallete, esposa de John Wayne, en una entrevista con Los Angeles Times

Lo más revelador de este episodio no es tanto la lesión en sí, sino la actitud de Wayne ante ella. Según diferentes fuentes, el actor fue trasladado de urgencia al hospital tras el accidente, pero regresó al set ese mismo día para continuar rodando una escena con Rock Hudson. Esta decisión, que podría parecer temeraria o innecesaria, en realidad refleja la filosofía de vida de Wayne: el trabajo era sagrado, y el público merecía siempre lo mejor de él, sin importar el coste personal.

Un cuerpo marcado por el cine

Este accidente no fue el primero ni el último en la carrera de Wayne. A lo largo de sus más de cuatro décadas en el cine, el actor había acumulado numerosas lesiones y dolencias producto de sus escenas de acción. De hecho, antes incluso de que su carrera despegara, Wayne había estado a punto de morir en un set de rodaje. Su cuerpo era un mapa de cicatrices y dolores que contaban la historia de su dedicación al cine.

Pero esta vez sería diferente. La lesión en el hombro sufrida durante "Los indestructibles" sería una de esas que nunca sanarían completamente, un recordatorio constante de los límites del cuerpo humano, incluso para alguien que parecía invencible como John Wayne.

La resiliencia en acción: Rodar con dolor

Escena de Los indestructibles con John Wayne y Rock Hudson

La historia de John Wayne es, en muchos aspectos, una lección de resiliencia. Y el rodaje de "Los indestructibles" sería quizás uno de los ejemplos más claros de esta cualidad. A pesar del intenso dolor y la limitación física que le causaba la lesión en el hombro, Wayne se negó a detener el rodaje. Según relataría Rock Hudson en varias ocasiones, el actor no solo continuó trabajando, sino que lo hizo sin dejar traslucir el sufrimiento que padecía.

El profesionalismo ante todo

"Rock Hudson siempre pensó que el éxito de esta película fue la consecuencia más directa de estrenarse justo después del enorme campanazo que fue Valor de ley, pero también guardó un bonito recuerdo del rodaje porque, según él, le dio la oportunidad de convertirse en un íntimo amigo del vaquero por excelencia", relata un artículo del blog "Los ojos del lobo". "Hudson también relataba la profunda profesionalidad de Wayne pues se cayó del caballo en una toma y, después de parar el trabajo durante dos semanas debido a la fractura de tres costillas, volvió al rodaje con intensos dolores que no se dejan traslucir en ninguna de las escenas en las que aparece".

Es interesante notar las discrepancias entre las diferentes versiones del accidente. Mientras Wayne mencionaba en Playboy la rotura de ligamentos del hombro, Hudson hablaba de una fractura de tres costillas. Lo más probable es que ambas versiones sean ciertas y que el actor sufriera múltiples lesiones durante la caída. Lo que no hay duda es la gravedad de las mismas y el impacto que tendrían en su calidad de vida a partir de ese momento.

Pero lo que realmente destaca de este episodio es la actitud de Wayne. En lugar de quejarse o buscar excusas, el actor asumió el dolor como parte de su trabajo. Esta mentalidad, forjada a lo largo de décadas en una industria tan exigente como Hollywood, refleja una filosofía de vida que va más allá del simple profesionalismo. Para Wayne, el dolor era simplemente otro obstáculo a superar, como tantos otros que había enfrentado a lo largo de su vida y carrera.

"El coraje es tener miedo hasta la muerte y quedarse de pie de todas formas." - John Wayne

Esta resiliencia no era solo una característica de Wayne como actor, sino como persona. Ya en 1964, cinco años antes del rodaje de "Los indestructibles", le habían diagnosticado cáncer de pulmón. A pesar de la gravedad de la enfermedad, Wayne no solo se sometió al tratamiento necesario, sino que logró superar la enfermedad y continuar con su carrera. Esta experiencia previa con la enfermedad probablemente le dio una perspectiva diferente sobre el dolor físico y la importancia de seguir adelante a pesar de las adversidades.

El personaje y la persona

Es inevitable ver paralelismos entre los personajes que interpretaba Wayne y su propia vida. Así como sus personajes en el cine solían ser hombres duros, resistentes y capaces de superar cualquier obstáculo, Wayne en la vida real demostraba esas mismas cualidades. La diferencia es que, mientras sus personajes podían caer y levantarse sin consecuencias en el siguiente plano, Wayne tenía que vivir con las secuelas reales de sus caídas.

El rodaje de "Los indestructibles" se convirtió así en un metraje de la resiliencia de Wayne. Cada escena en la que aparecía montando a caballo, cada movimiento de su brazo lesionado, era un recordatorio silencioso del precio que estaba pagando por su arte. Y sin embargo, Wayne nunca permitió que ese dolor afectara su actuación, demostrando una vez más por qué se había convertido en una leyenda de Hollywood.

Una amistad inesperada: Wayne y Hudson

Póster de Los indestructibles mostrando a John Wayne y Rock Hudson

Una de las joyas más valiosas que surgió del rodaje de "Los indestructibles" fue la amistad que se desarrolló entre John Wayne y Rock Hudson. Aunque ambos eran estrellas consolidadas de Hollywood, sus trayectorias y personalidades eran bastante diferentes. Wayne, con su imagen de hombre rudo y conservador, y Hudson, conocido por sus papeles más románticos y su vida personal más discreta, podrían parecer una pareja improbable en la pantalla y fuera de ella.

Más que colegas

"John Wayne y Rock Hudson se hicieron buenos amigos durante el rodaje de 'Los indestructibles', estrenada en 1969, primera y única película que hicieron juntos", señala un tuit de Adolfo Suárez. Esta amistad trascendió el mero profesionalismo y se convirtió en una relación duradera que enriqueció la vida de ambos actores. Según la Wikipedia de "The Undefeated", Wayne y Hudson se convirtieron en frecuentes compañeros de ajedrez y bridge, pasando tiempo juntos incluso después de finalizado el rodaje.

Lo interesante de esta relación es que no estuvo exenta de tensiones. Según varios relatos, Wayne tenía la costumbre de "dirigir" a sus co-protagonistas, diciéndoles constantemente qué hacer en cámara. En el caso de Hudson, esto podría haber generado fricciones, considerando que Hudson también era un actor experimentado y consolidado. Sin embargo, lejos de crear conflictos, esta dinámica parece haber fortalecido su relación, con Hudson aprendiendo de la experiencia de Wayne y Wayne apreciando el talento y la dedicación de Hudson.

"Wayne admiraba inmensamente a Hudson como actor y como hombre", según se recoge en Quora. Esta admiración era mutua. Hudson siempre habló con gran respeto de Wayne, no solo como profesional, sino como ser humano. En una industria tan competitiva y a menudo superficial como Hollywood, encontrar una amistad genuina y duradera era algo poco común, especialmente entre dos estrellas de la magnitud de Wayne y Hudson.

"Años antes de 'Los indestructibles', Wayne había intentado que Hudson protagonizara junto a él 'El Álamo' (1960), aunque no sucedió en ese momento." - Post de Facebook sobre la relación entre Wayne y Hudson

La historia de cómo casi trabajaron juntos antes de "Los indestructibles" añade otra capa de profundidad a su relación. El hecho de que Wayne hubiera pensado en Hudson para una de sus producciones personales ("El Álamo") muestra el respeto que tenía por el talento de Hudson. Aunque esa colaboración no se materializó en ese momento, el destino les dio una segunda oportunidad con "Los indestructibles", y esta vez sí que lograron trabajar juntos.

El apoyo en momentos difíciles

La amistad entre Wayne y Hudson cobró especial relevancia durante el difícil rodaje de "Los indestructibles". Con Wayne sufriendo intensos dolores a causa de su lesión, el apoyo y comprensión de Hudson fueron fundamentales para que el actor pudiera continuar con su trabajo. Esta experiencia compartida, forjada en la adversidad, probablemente fortaleció aún más los lazos entre ambos actores.

La relación entre Wayne y Hudson durante el rodaje de "Los indestructibles" es un recordatorio de que, incluso en la industria más competitiva, pueden surgir conexiones humanas genuinas y duraderas. Más allá de las cámaras y los focos, dos hombres con trayectorias y personalidades diferentes encontraron puntos en común y construyeron una amistad que enriquecería sus vidas profesionales y personales.

El legado de "Los indestructibles"

John Wayne joven y mayor, mostrando el paso del tiempo

A pesar de no ser considerada una de las obras maestras de John Wayne, "Los indestructibles" ocupa un lugar especial en su filmografía y en la historia del western. La película, con su mezcla de acción, drama y toques de humor, representa una visión particular de la posguerra civil estadounidense y sus consecuencias, tanto en el norte como en el sur del país.

Más que un western

"El resultado es una historia llena de entretenimiento, con suficientes dosis de encanto como para no despegar nuestras narices de la rivalidad que surge entre hombres enfrentados y obligados a trabajar juntos con una cierta conciencia de que, en otra vida, serían vecinos de buena voluntad", describe el blog "Los ojos del lobo". Esta capacidad para explorar las complejidades de la reconciliación posguerra es lo que eleva "Los indestructibles" por encima de otros westerns convencionales de la época.

Pero el verdadero legado de "Los indestructibles" va más allá de su valor cinematográfico. La película se ha convertido en un testimonio de la resiliencia de John Wayne, no solo como actor, sino como ser humano. Cada vez que alguien ve la película, está presenciando literalmente el dolor físico que Wayne estaba soportando durante el rodaje, una prueba silenciosa de su dedicación y profesionalismo.

Es irónico que una película titulada "Los indestructibles" haya sido precisamente la que reveló la vulnerabilidad física de John Wayne. Pero quizás esa sea precisamente su mayor lección: la verdadera indestructibilidad no reside en la ausencia de dolor o lesiones, sino en la capacidad de seguir adelante a pesar de ellas. Wayne, con su brazo lesionado y su dolor constante, demostró que el espíritu humano puede ser verdaderamente indestructible, incluso cuando el cuerpo no lo es.

"No cabe duda de que el pretendido enfrentamiento entre estos dos hombres se convierte en el auténtico leitmotiv de la película en detrimento de la acostumbrada acción que imperan en las películas de John Wayne pero, en contrapartida, tenemos unos diálogos de cierta agudeza, rellenados con un más que saludable sentido del humor que hacen que la acción pueda provenir del pensamiento más que de la rapidez en desenfundar." - Análisis de "Los indestructibles" en el blog "Los ojos del lobo"

El contexto histórico

"Los indestructibles" también es valiosa por su contexto histórico. Ambientada después de la Guerra Civil Americana y durante la intervención francesa en México, la película ofrece una visión particular de un período complejo de la historia de América del Norte. Aunque no pretende ser un documental histórico, sí captura el espíritu de una época de cambios y reconciliaciones, reflejando las tensiones y esperanzas de una sociedad que intentaba reconstruirse después de una devastadora guerra civil.

La decisión de situar parte de la acción en México, durante el conflicto entre Maximiliano de Habsburgo y Benito Juárez, añade otra capa de complejidad a la narrativa. Esta elección permite explorar temas como el exilio, la lealtad y la identidad, elementos que resuenan de manera especial en la trayectoria personal de John Wayne, un actor que siempre defendió sus valores y convicciones, incluso cuando eran impopulares.

Con el paso de los años, "Los indestructibles" ha ganado estatus como un clásico de culto dentro de la filmografía de John Wayne. Los fans y críticos han aprendido a apreciar no solo sus valores cinematográficos, sino también el contexto personal en que se realizó. Cada vez que alguien ve la película hoy, está presenciando no solo una obra de ficción, sino también un documento sobre la resiliencia humana y el precio del arte.

Conclusión: La verdadera indestructibilidad

Retrato de John Wayne mostrando su carácter fuerte

Mirando atrás, el rodaje de "Los indestructibles" representa un punto de inflexión en la vida y carrera de John Wayne. Fue el momento en que el mito se encontró con la realidad, cuando el hombre que había construido su carrera interpretando personajes indestructibles tuvo que enfrentarse a su propia vulnerabilidad física. Pero lejos de derrotarlo, esta experiencia reveló la verdadera esencia de Wayne: un hombre de una resiliencia y una fortaleza moral excepcionales.

Más allá de la pantalla

La historia de John Wayne y "Los indestructibles" nos enseña que la verdadera fortaleza no reside en la ausencia de debilidades, sino en cómo enfrentamos esas debilidades. Wayne podría haber abandonado el rodaje, podría haber buscado excusas, podría haber permitido que el dolor definiera su actuación. Pero en cambio, eligió seguir adelante, demostrando una vez más por qué se había convertido en un icono no solo del western, sino de una determinada forma de entender la vida.

Esta resiliencia no era solo una característica de Wayne como actor, sino como persona. Ya en 1964, le habían diagnosticado cáncer de pulmón, una enfermedad que superó con la misma determinación que aplicaría cinco años después durante el rodaje de "Los indestructibles". Y aunque finalmente sucumbiría a un cáncer de estómago en 1979, su lucha contra la enfermedad fue otro ejemplo de su indestructible espíritu.

"No obstante, Wayne arrastró esos problemas de salud hasta el final y aunque trató de seguir haciendo lo que más le gustaba y sus personajes lo presentaban como un símbolo de dureza y resiliencia, en 1979 falleció por el cáncer de estómago que le detectaron años antes", se lee en el artículo de Espinof. Estas palabras resumen perfectamente la paradoja de la vida de Wayne: un hombre que interpretó personajes indestructibles, pero que era profundamente humano en su vulnerabilidad y su mortalidad.

"La verdadera resiliencia no es nunca caer, sino siempre levantarse después de cada caída." - Adaptación de un principio que John Wayne encarnó a lo largo de su vida

Hoy, más de cuatro décadas después de su muerte, John Wayne sigue siendo una figura icónica del cine y la cultura popular. Pero su legado va más allá de sus películas. Wayne representa un conjunto de valores - coraje, lealtad, determinación, resiliencia - que continúan resonando en el imaginario colectivo. Y "Los indestructibles", con su doloroso rodaje y su historia de superación, ocupa un lugar especial en ese legado.

Un legado de esperanza

La historia de John Wayne y "Los indestructibles" es, en última instancia, una historia de esperanza. Nos enseña que, incluso en nuestros momentos de mayor debilidad, podemos encontrar fuerzas que ni sabíamos que poseíamos. Nos recuerda que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Y nos muestra que la verdadera indestructibilidad no reside en la ausencia de heridas, sino en la capacidad de seguir adelante a pesar de ellas.

Al final, "Los indestructibles" es mucho más que una película. Es un testimonio del espíritu humano, un recordatorio de que la verdadera fortaleza no se mide en músculos o en ausencia de dolor, sino en la determinación de seguir adelante a pesar de las adversidades. Y en ese sentido, John Wayne, el hombre que se rompió el hombro durante el rodaje pero continuó trabajando, sigue siendo verdaderamente indestructible.

Publicado el 3/9/2025

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