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El Frankenstein más esperado llega de la mano de Del Toro

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Robinson Lalos
Editor Senior
El Frankenstein más esperado llega de la mano de Del Toro

Guillermo del Toro tenía apenas siete años cuando soñó por primera vez con llevar a la gran pantalla la historia de Frankenstein. Seis décadas después, el director mexicano ha cumplido finalmente ese anhelo, gracias al apoyo de Netflix, que ve en esta producción una fuerte candidata al Oscar. La película, que recibió una ovación de trece minutos en su estreno en el Festival de Venecia, representa no solo un hito en la carrera de Del Toro, sino también un nuevo capítulo en la larga historia de adaptaciones del clásico de Mary Shelley.

Guillermo del Toro con el reparto de Frankenstein en el Festival de Venecia

Un proyecto personal

"Es una especie de sueño, o más bien, una religión para mí desde niño", declaró Del Toro en Venecia. El cineasta ha confesado en múltiples ocasiones que la actuación de Boris Karloff en la adaptación de 1931 fue particularmente influyente para su versión, y que siempre esperó que la película se hiciera "en las condiciones adecuadas, creativamente, para lograr el alcance que necesitaba".

Con una duración de 149 minutos y un reparto encabezado por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth, esta nueva versión de Frankenstein se presenta como una de las apuestas más ambiciosas de Netflix para la temporada de premios. Pero más allá de las aspiraciones comerciales y de reconocimiento, lo que realmente importa es que finalmente podemos ver la visión personal de uno de los cineastas más apasionados por el género fantástico sobre uno de los mitos fundacionales del terror gótico.

La producción: Un proyecto décadas en espera

La historia de cómo Frankenstein llegó a la pantalla es casi tan fascinante como la propia película. Todo comenzó cuando Ted Sarandos, director de Netflix, se reunió con Guillermo del Toro para preguntarle qué proyectos tenía en su lista de deseos. La respuesta del director fue clara y contundente: "Pinocho y Frankenstein". "Hazlo", respondió Sarandos, aceptando financiar ambos proyectos para el gigante del streaming.

Reparto de Frankenstein en el Festival de Venecia

La primera de estas películas, la aclamada versión de fantasía oscura de Pinocho, se estrenó en 2022 y le valió a Del Toro el Oscar a la Mejor Película de Animación. Pero a la hora de empezar a trabajar en Frankenstein, el director lanzó una advertencia: "Es grande". Y no bromeaba. La ambiciosa versión del cineasta mexicano del famoso científico loco y su monstruosa creación es un proyecto en el que lleva décadas trabajando.

La apuesta de Netflix

Para Netflix, Frankenstein representa mucho más que una simple película. Es una apuesta estratégica para finalmente ganar el codiciado Oscar a la Mejor Película, un reconocimiento que aún elude a la plataforma. La inversión en producción ha sido considerable, como se evidencia en el suntuoso diseño de producción, el elaborado vestuario de Kate Hawley (que recuerda al trabajo de Eiko Ishioka para Drácula de Francis Ford Coppola) y los efectos prácticos que Del Toro prefirió sobre los digitales.

"La CGI (imágenes generadas por computadora) es para perdedores", comentó entre risas Christoph Waltz, uno de los protagonistas de la película. Del Toro, por su parte, explicó que al filmar con fondos reales se logra una mejor interpretación de los actores que usar pantallas verdes. Comparó la CGI con la artesanía, diciendo que se diferencian como "un espectáculo visual y una proteína visual", aunque承认 que utiliza los efectos digitales cuando es absolutamente necesario.

El reparto: Un elenco de lujo para una historia atemporal

Una de las grandes fortalezas de esta adaptación es, sin duda, su reparto. Oscar Isaac da vida al Dr. Víctor Frankenstein, el científico brillante pero egocéntrico que desafía los límites de la vida y la muerte. Isaac, conocido por sus papeles en Inside Llewyn Davis, Ex Machina y la serie Moon Knight, se refirió al proyecto como "un banquete" preparado por Del Toro.

Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth en Frankenstein

"Guillermo me dijo: 'Estoy creando este banquete para ti, solo tienes que venir y comer'. Y así fue, hubo una fusión, simplemente me conecté con Guillermo y nos lanzamos a la piscina", relató Isaac. "No puedo creer que esté aquí ahora que hayamos llegado a este punto, que hace dos años parecía la cima", agregó el actor, quien originalmente no era la primera opción para el papel.

Cambios de última hora

Andrew Garfield había sido elegido originalmente para el personaje principal, pero tuvo que abandonar el proyecto debido a conflictos de agenda derivados de la huelga de actores de Hollywood. Esto abrió la puerta a Jacob Elordi, quien se incorporó con poca antelación. "Tuve unas tres semanas antes de empezar a rodar", recordó el actor australiano, conocido por su papel en Euphoria y Saltburn. "Se presentó como una tarea monumental, pero como dijo Oscar, el banquete ya estaba allí y todos estaban comiendo cuando llegué, así que solo tuve que buscar una mesa. Fue un sueño hecho realidad".

Elordi da vida al monstruo, una criatura que en esta versión se presenta más como un "recién nacido" que como una víctima de accidentes, como ha ocurrido en adaptaciones anteriores. "Quería que la criatura fuera un recién nacido. Muchas de las interpretaciones son como víctimas de accidentes, y yo buscaba belleza", explicó Del Toro sobre su visión del personaje.

Completando el trío protagónico, Mia Goth interpreta a Elizabeth Lavenza, quien en esta versión se convierte en "la voz de la razón en un mundo de hombres dominados por la sed de sangre y grandeza". La actriz, considerada "la reina contemporánea del terror", encarna a una entomóloga con una compasión inquebrantable que desarrolla un vínculo especial con la criatura, lo que genera un conflicto con su esposo Víctor.

El reparto se completa con Christoph Waltz como Harlander (un personaje que no aparece en la novela original), Charles Dance, David Bradley, Lars Mikkelsen y Christian Convery, entre otros. Un elenco de lujo que da vida a este universo gótico creado por Del Toro.

El estilo visual: La estética gótica de Del Toro

Mia Goth como Elizabeth en Frankenstein

Si hay algo que caracteriza el cine de Guillermo del Toro es su distintivo estilo visual, y Frankenstein no es una excepción. El director mexicano ha creado un universo gótico rico en detalles, con una fotografía que juega con las sombras y la luz para crear una atmósfera opresiva y a la vez fascinante. El diseño de producción, liderado por Paul Austerberry (ganador del Oscar por La forma del agua), recrea con meticulosidad los escenarios de la Europa del siglo XIX, desde los laboratorios del científico hasta los paisajes árticos del prólogo.

Una visión personal del gótico

Del Toro evita al máximo el uso de imágenes computarizadas, prefiriendo los efectos prácticos y los escenarios reales. Esta decisión no solo responde a una estética personal, sino también a una convicción sobre cómo afecta esto a las actuaciones. "Al filmar con fondos reales, en última instancia, se logra una mejor interpretación de los actores que usar pantallas verdes", explicó el director. El resultado es una película que se siente tangible, con una textura física que recuerda al cine de terror clásico pero con una modernidad en su enfoque.

El vestuario, diseñado por Kate Hawley, es otro de los aspectos destacados de la producción. Hawley, conocida por su trabajo en películas como Crimson Peak y Pacific Rim, ha creado unos diseños que evocan tanto el período histórico como la naturaleza simbólica de los personajes. Destaca especialmente el vestuario de Elizabeth, interpretada por Mia Goth, cuyo diseño refleja su posición como "voz de la razón" en un mundo dominado por hombres.

La maquillaje y las prótesis para el monstruo, interpretado por Jacob Elordi, merecen una mención especial. A diferencia de versiones anteriores que enfatizaban la deformidad, Del Toro ha optado por un diseño que permite apreciar la "fisonomía y complexión humanas" de la criatura. El resultado es un monstruo más cercano a la visión original de Mary Shelley, menos grotesco y más trágico, con una apariencia que, según la crítica, recuerda en algunos momentos a la iconografía religiosa, especialmente en una escena donde "la criatura aparece acostada en una posición que evoca la crucifixión de Cristo".

La narrativa: Una nueva visión del mito

Guillermo del Toro se mantiene fiel a la estructura de la novela original de Mary Shelley, con su prólogo y sus dos partes, centradas en las peripecias de Víctor Frankenstein y de la criatura surgida de sus manos. Sin embargo, el director moldea cada episodio del relato a su manera, creando lo que los críticos han descrito como "una transparente oda al candor primigenio del ser humano, así como una denuncia de su corrupción a manos de las fuerzas sociales".

Equilibrando las voces

Una de las decisiones más interesantes de Del Toro es equilibrar las dos voces de la novela. "Si en la obra original de Mary Shelley conocíamos la vida del monstruo a través de la transcripción de su creador, para el director, hay que equilibrar simétricamente ambas", explica una crítica. Por ello, divide la película en dos partes a las que antecede un prólogo, debidamente separadas por intertítulos. Esta estructura permite que tanto el científico como su creación tengan su propio espacio narrativo, ofreciendo una visión más completa y equilibrada de la historia.

En esta versión, Del Toro convierte a Víctor Frankenstein en el villano de la ficción, mientras que la criatura brilla como "una sublimación de la candidez y la ternura". El director explica que el mayor pecado del "moderno Prometeo" no es la presunción de creerse un Dios, sino "su manifiesta falta de empatía". Esta inversión de roles es consistente con la filmografía de Del Toro, quien siempre se ha posicionado del lado de los monstruos y figuras marginadas, como en El laberinto del fauno, Hellboy o La forma del agua.

La criatura, interpretada por Jacob Elordi, adquiere una "voz narrativa primordial" en la película, y su "apetito homicida aparece reducido a la mínima expresión". Descrita como "incapaz de matar a una mosca si no es en defensa propia, y con una incontenible vocación benefactora", la criatura imaginada por Del Toro se asemeja al "buen salvaje de Rousseau, emblema impoluto de una inocencia interrumpida por la brutalidad de la 'civilización'".

Promoción de Frankenstein de Guillermo del Toro

La película está llena de referentes cinematográficos y literarios. Desde el halo gótico del Frankenstein de James Whale hasta referencias a Moby Dick de Herman Melville (Victor Frankenstein arrastra una "pata de palo" en su persecución de la criatura) y poemas como El paraíso perdido de John Milton y Ozymandias de Percy Bysshe Shelley. Del Toro también incorpora elementos de "La mujer y el monstruo" de Jack Arnold (que ya sirvió al mexicano como modelo para La forma del agua), "Pigmalión", "Romeo y Julieta" y textos bíblicos.

A pesar de las especulaciones, Del Toro ha aclarado que la película "no pretende ser una metáfora" de la inteligencia artificial. "Vivimos en una época de terror e intimidación, y la respuesta, de la que forma parte el arte, es el amor. Y la pregunta central de la novela desde el principio es: ¿qué significa ser humano?", explicó el director. "Y no hay tarea más urgente que seguir siendo humano en una época en la que todo tiende a una comprensión bipolar de nuestra humanidad".

Recepción crítica: ¿Otra obra maestra?

Tras su estreno en el Festival de Venecia, Frankenstein ha recibido críticas mayoritariamente positivas, aunque no entusiastas. En Rotten Tomatoes, la película ostenta un 78% de aprobación, con 27 reseñas registradas. Este porcentaje, aunque respetable, se queda lejos del 96% que aún tiene Pinocho de Guillermo del Toro, pero se alinea con otras películas del director como Hellboy (81%) o El callejón de las almas perdidas (80%).

Críticas positivas

David Rooney de The Hollywood Reporter la elogió como "una de las mejores películas de Del Toro, esta es una narrativa a gran escala de una belleza, sentimiento y arte excepcionales". Jane Crowther, de Total Film, le dio cuatro estrellas, describiéndola como "una adaptación elegante, aunque algo segura, con potencial para premios".

Pete Hammond de Deadline destacó que "quizás se podría haber acortado, pero el mundo de Del Toro es tan irresistible, el regreso al gran cine de Hollywood tan pronunciado, que debe ser difícil de detener". "Una vez que un cineasta de la magnitud de Del Toro se desata en el laboratorio, ¿por qué acortarlo?", agregó.

Críticas negativas

Geoffrey McNab de The Independent fue más crítico, describiéndola como "pura apariencia y poca sustancia". "A pesar de toda la maestría formal de Del Toro, a este Frankenstein le falta la tensión necesaria para darle vida", agregó el crítico.

Algunos críticos sostienen que el guion está "inflado con momentos que solo existen porque alguien pensó que lucían bien en pantalla". Otros señalan la "tendencia a subrayar las intenciones del film en algunos diálogos" como uno de los puntos débiles de la producción.

En general, los críticos coinciden en destacar el diseño de producción de la película, su elenco y su aterradora atmósfera. La actuación de Jacob Elordi como el monstruo ha sido particularmente elogiada, así como la de Oscar Isaac como Víctor Frankenstein y Mia Goth como Elizabeth. La partitura de Alexandre Desplat también ha recibido elogios, armonizando las imágenes más espantosas de la película con "el espíritu juguetón que caracterizó a las mejores colaboraciones entre Tim Burton y Danny Elfman".

Conclusión: El legado de Frankenstein

Frankenstein representa la culminación de un sueño para Guillermo del Toro, un proyecto que ha acariciado desde la infancia y que finalmente ha podido realizar con el apoyo de Netflix. Aunque las críticas no han sido unánimes, la película se consolida como una obra personal y ambiciosa que enriquece el universo del director y añade una nueva perspectiva al mito creado por Mary Shelley hace más de doscientos años.

El universo Del Toro

Con Frankenstein, Del Toro continúa explorando los temas que han definido su carrera: la otredad, la monstruosidad como metáfora de la condición humana, la compasión hacia los marginados y la crítica a las instituciones y jerarquías opresivas. Como en sus obras anteriores, el director mexicano se posiciona claramente del lado del monstruo, humanizándolo y presentándolo como una víctima de la crueldad y el miedo humano.

La película encaja perfectamente en la filmografía de Del Toro, compartiendo elementos temáticos y estilísticos con obras como El laberinto del fauno, Hellboy o La forma del agua. Al mismo tiempo, representa un retorno a sus raíces en el cine de terror gótico, explorando con madurez y profundidad un género que siempre le ha apasionado.

Más allá de su posible éxito en la temporada de premios, Frankenstein de Guillermo del Toro ya ha conseguido algo importante: ofrecer una nueva visión de un clásico literario que, a pesar de sus múltiples adaptaciones, todavía tenía mucho que decir. La película no solo rinde homenaje a las versiones anteriores, especialmente a la de James Whale de 1931, sino que las actualiza y las enriquece con la sensibilidad única de su director.

Para los fans de Del Toro, Frankenstein es una obra imprescindible que reúne muchos de los elementos que han hecho de su cine algo especial: una estética cuidada hasta el más mínimo detalle, personajes complejos y memorables, y una narrativa que equilibra el horror con la ternura y la poesía. Para los amantes del cine de terror y fantástico, la película ofrece una experiencia cinematográfica rica en matices y referencias, que invita a la reflexión sobre temas tan universales como la creación, la responsabilidad y la condición humana.

Frankenstein llegará a los cines de forma limitada el 17 de octubre de 2025 para poder competir por el Óscar, y estará disponible en Netflix a partir del 7 de noviembre. Sea cual sea su recepción final, la película ya ha cumplido su propósito principal: materializar el sueño de un cineasta que, como Víctor Frankenstein, ha dado vida a una criatura que lleva mucho tiempo gestando en su imaginación.

"La característica multicromática del ser humano es poder ser negro, blanco, gris y todos los matices intermedios. La película intenta mostrar personajes imperfectos y el derecho que tenemos a seguir siendo imperfectos". - Guillermo del Toro

Publicado el 2/9/2025

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