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El cable secreto entre Canarias y Marruecos que divide opiniones

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Robinson Lalos
Editor Senior
El cable secreto entre Canarias y Marruecos que divide opiniones
Estructura interna de un cable submarino de fibra óptica

En las profundidades del océano Atlántico, un nuevo corredor lumínico está a punto de tenderse entre las Islas Canarias y Marruecos. Este cable submarino de fibra óptica, con un presupuesto de 49 millones de euros, promete revolucionar la conectividad digital del archipiélago canario, pero también ha encendido una polémica geopolítica que podría tener consecuencias legales y diplomáticas significativas.

El Proyecto "Anillo de las Islas de Oriente"

Conocido oficialmente como "Anillo de las Islas de Oriente", el proyecto conectará primero Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura con fibra óptica de última generación. Después, cruzará las aguas del Atlántico hasta Tarfaya, la última ciudad marroquí antes del Sáhara Occidental, un territorio cuyo estatus legal sigue siendo objeto de disputa internacional desde que España lo abandonara en 1975.

Más allá de su evidente importancia tecnológica, este cable submarino representa un complejo entrelazado de intereses económicos, estratégicos y políticos. Por un lado, ofrece a Canarias la oportunidad de convertirse en un nodo digital clave entre Europa y África. Por otro, sitúa a España en una posición delicada, equilibrando sus intereses económicos con Marruecos y sus obligaciones legales internacionales respecto al Sáhara Occidental.

La Tecnología Detrás del Cable: Más Allá de la Fibra Óptica

Los cables submarinos son las autopistas invisibles de nuestra era digital. Aunque a menudo pasan desapercibidos, transportan más del 95% del tráfico internacional de datos, incluyendo comunicaciones financieras, transacciones comerciales, streaming de video y gran parte de lo que consideramos "internet".

Ingeniería de Precisión

Un cable submarino moderno como el que conectará Canarias con Marruecos es mucho más que un simple tubo con fibras en su interior. Es una estructura de ingeniería altamente compleja diseñada para sobrevivir en uno de los entornos más hostiles del planeta:

  • Núcleo de fibra óptica: Hasta 8 pares de fibras ultrafinas capaces de transmitir datos a la velocidad de la luz.
  • Capas de protección: Múltiples capas de gel, tubos de cobre, acero inoxidable y polietileno que protegen las fibras de la presión abisal, corrientes marinas y posibles daños.
  • Repetidores: Instalados cada 50-100 km para amplificar las señales de luz que se debilitan con la distancia.
  • Estaciones de tierra: Equipos de alta tecnología en ambos extremos que gestionan el tráfico de datos.

Este nuevo cable tendrá una capacidad de hasta 180 terabits por segundo, suficiente para transmitir simultáneamente millones de videos en alta definición o manejar el tráfico de datos de varias ciudades medianas.

Diagrama de la estructura de un cable submarino de fibra óptica

La instalación de un cable submarino es una operación logística compleja que requiere barcos especializados capaces de transportar miles de toneladas de cable y equipos de posicionamiento de precisión para garantizar que el cable siga la ruta planificada en el lecho marino, evitando zonas de actividad sísmica, cañones submarinos y ecosistemas marinos sensibles.

Beneficios Estratégicos para Canarias y la Región

El nuevo cable submarino entre Canarias y Marruecos no es solo una obra de infraestructura, sino una inversión estratégica con múltiples beneficios económicos, tecnológicos y sociales para el archipiélago canario y la región en su conjunto.

Ventajas Técnicas y de Conectividad

Desde una perspectiva técnica, el nuevo cable ofrecerá ventajas significativas:

  • Redundancia: Para un territorio insular como Canarias, la redundancia es crucial. Si una conexión se interrumpe, la red podrá desviar el tráfico por otras rutas sin afectar a los usuarios.
  • Menor latencia: La conexión directa con África reducirá la latencia en las comunicaciones con el continente vecino, mejorando la experiencia en aplicaciones sensibles al tiempo como videoconferencias, juegos en línea o transacciones financieras.
  • Diversificación de rutas: Canarias dejará de depender exclusivamente de las conexiones con la península ibérica, diversificando sus rutas de datos y mejorando su resiliencia frente a posibles fallos.
Mapa mostrando la distancia geográfica entre Canarias y Marruecos

Oportunidades Económicas

El proyecto también generará importantes oportunidades económicas:

  • Centros de datos: La mejora de la conectividad podría atraer la instalación de centros de datos en Canarias, aprovechando las condiciones climáticas favorables que reducen los costos de refrigeración.
  • Servicios financieros: La baja latencia podría posicionar a Canarias como hub para servicios financieros de alta frecuencia entre Europa y África.
  • Industria digital: El sector privado ya analiza oportunidades en redes de distribución de contenidos, servicios de cloud y sistemas de observación y monitorización ambiental.
  • Empleo cualificado: El proyecto generará empleo técnico especializado durante su construcción y operación, atrayendo talento a las islas.

El proyecto se enmarca en una visión más amplia que busca consolidar a Canarias como un polo de excelencia en investigación y tecnología, complementando otras iniciativas como la constelación de satélites Alisios, el telepuerto de control espacial o la ampliación del supercomputador del ITER.

El Nudo del Conflicto: Sáhara Occidental y las Implicaciones Políticas

Aunque técnicamente el proyecto del cable submarino finaliza en Tarfaya, la última ciudad marroquí antes del Sáhara Occidental, su proximidad con este territorio en disputa ha generado una significativa controversia política y legal que podría tener consecuencias importantes para España y la Unión Europea.

Un Territorio en Disputa

El Sáhara Occidental es un territorio considerado por la ONU como "no autónomo" y pendiente de descolonización. Desde que España lo abandonara en 1975, ha sido objeto de un prolongado conflicto entre Marruecos, que controla aproximadamente el 80% del territorio, y el Frente Polisario, que busca la independencia y representa los intereses del pueblo saharaui.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha establecido que cualquier actividad económica en el Sáhara Occidental debe contar con el consentimiento del pueblo saharaui, representado por el Frente Polisario. Esta posición ha llevado a la anulación de varios acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos que incluían recursos del Sáhara sin dicho consentimiento.

El problema con el cable submarino es que, aunque técnicamente termine en Tarfaya, crea la infraestructura base perfecta para que Marruecos complete lo que las empresas europeas no pueden hacer directamente por restricciones legales: extender la conexión hacia el Sáhara Occidental.

Mapa político del Sáhara Occidental mostrando las zonas controladas por Marruecos y el Frente Polisario

El Gobierno canario ha sido claro en su posición: "El cable va a Tarfaya, no tiene nada que ver con el Sáhara Occidental". Sin embargo, Marruecos ha expresado su intención de extender la conexión hacia lo que llama sus "provincias del sur", el eufemismo con el que se refiere al territorio saharaui que ocupa.

Relaciones España-Marruecos: Un Equilibrio Delicado

El proyecto del cable submarino se enmarca en un contexto más amplio de relaciones complejas entre España y Marruecos, marcadas por la cooperación económica y estratégica, pero también por tensiones recurrentes en torno al Sáhara Occidental.

Un Giro Histórico en la Posición Española

En marzo de 2022, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, envió una carta al rey Mohamed VI de Marruecos en la que respaldaba el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Este supuesto representó un cambio significativo en la posición tradicional de España, que durante décadas había mantenido una postura de neutralidad y apoyo al proceso de descolonización auspiciado por la ONU.

Este cambio de posición respondía a la necesidad de normalizar unas relaciones deterioradas tras la crisis de 2021, cuando Marruecos permitió el paso de más de 10.000 inmigrantes hacia Ceuta en respuesta a la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali.

El cable submarino pone a prueba este nuevo equilibrio. España intenta mantener la ficción legal de que su responsabilidad termina en Tarfaya, pero si Marruecos extiende el cable al Sáhara usando la infraestructura base financiada con dinero europeo, el país podría encontrarse en medio de otro conflicto entre sus intereses económicos y sus obligaciones internacionales.

Mapa mostrando las relaciones geopolíticas entre España, Marruecos y el Sáhara Occidental

Intereses Económicos Estratégicos

Más allá del conflicto del Sáhara, las relaciones entre España y Marruecos están marcadas por importantes intereses económicos mutuos:

  • Comercio bilateral: Marruecos es uno de los principales socios comerciales de España en África, con intercambios que superan los 15.000 millones de euros anuales.
  • Inversiones españolas: Empresas españolas tienen importantes inversiones en Marruecos, especialmente en sectores como banca, energía y construcción.
  • Cooperación en seguridad: Ambos países colaboran en la lucha contra el terrorismo, la inmigración irregular y el tráfico de drogas.
  • Suministro energético: Marruecos es un proveedor clave de gas natural para España y un socio estratégico en proyectos de energías renovables.

El cable submarino se suma a esta compleja red de intereses, ofreciendo a Canarias una oportunidad de desarrollo económico pero planteando al mismo tiempo un desafío diplomático para el Gobierno español.

Escenarios Futuros: ¿Qué Podría Ocurrir?

A medida que el proyecto del cable submarino avanza, con la fabricación prevista para 2025 y el despliegue en 2026, varios escenarios posibles podrían desarrollarse, cada uno con diferentes implicaciones para los actores involucrados.

Escenario 1: El Cable se Detiene en Tarfaya

En este escenario, el cable submarino se instalaría según lo planeado, conectando Canarias con Tarfaya sin extenderse más allá. Esta opción sería la menos conflictiva desde el punto de vista legal, ya que respetaría la posición oficial del Gobierno canario y evitaría problemas con la legislación europea.

Sin embargo, esta opción podría generar tensiones con Marruecos, que ha expresado claramente su intención de extender la infraestructura hacia el Sáhara Occidental. El gobierno marroquí podría presionar a España para que permita la extensión, utilizando como palanca otras áreas de la relación bilateral.

Además, incluso si el cable se detiene oficialmente en Tarfaya, nada impediría que Marruecos construya su propia extensión utilizando la infraestructura base financiada con dinero europeo, lo que podría llevar igualmente a problemas legales.

Escenario 2: Marruecos Extiende el Cable al Sáhara

En este escenario, Marruecos procedería a extender el cable más allá de Tarfaya, hacia el Sáhara Occidental, utilizando la infraestructura base financiada con fondos europeos. Esta opción generaría casi con seguridad acciones legales por parte del Frente Polisario ante los tribunales europeos.

Dado el historial de victorias del Polisario en casos similares, existe un riesgo real de que el Tribunal de Justicia de la UE anule parte de la financiación europea del proyecto o imponga sanciones a las empresas involucradas. Esto podría tener consecuencias económicas significativas para Canalink y para las instituciones europeas que han financiado el proyecto.

Además, esta situación crearía un grave dilema diplomático para España, que se vería forzada a elegir entre su alianza estratégica con Marruecos y sus obligaciones legales europeas e internacionales.

Escenario 3: Negociación y Acuerdo

Un tercer escenario posible sería que las partes involucradas (España, Marruecos, la UE y el Frente Polisario) inicien negociaciones para alcanzar un acuerdo que permita el desarrollo del proyecto respetando los derechos del pueblo saharaui.

Este escenario sería el más complejo políticamente, pero también el más estable a largo plazo. Podría incluir garantías para que los beneficios económicos derivados del cable se compartan con la población saharaui, o mecanismos de supervisión internacional para asegurar que la infraestructura no se utilice para consolidar el control marroquí sobre el territorio.

Sin embargo, dadas las profundas divisiones en torno al estatus final del Sáhara Occidental y la falta de avances en el proceso de paz auspiciado por la ONU, este escenario parece actualmente el menos probable.

Instalación de un cable submarino en el lecho marino

Conclusión: Tecnología y Geopolítica en las Profundidades del Atlántico

El proyecto del cable submarino entre Canarias y Marruecos es mucho más que una simple infraestructura tecnológica. Representa la compleja intersección entre el desarrollo digital, los intereses económicos estratégicos y la geopolítica en una de las regiones más sensibles del Mediterráneo y el Atlántico.

Un Equilibrio Delicado

Por un lado, el cable ofrece a Canarias una oportunidad histórica para superar su condición de insularidad digital, convirtiéndose en un nodo estratégico entre Europa y África. Los beneficios económicos, tecnológicos y sociales para el archipiélago son innegables y podrían transformar su modelo de desarrollo económico.

Por otro lado, el proyecto sitúa a España en una posición delicada, obligada a equilibrar sus intereses económicos con Marruecos y sus obligaciones legales internacionales respecto al Sáhara Occidental. La proximity del cable con este territorio en disputa crea un riesgo legal y diplomático que no puede ser subestimado.

Este dilema refleja una tensión más amplia en la política exterior española: cómo mantener una relación estratégica con Marruecos, un vecino clave para la seguridad, la economía y la gestión migratoria, sin comprometer los principios del derecho internacional y los derechos del pueblo saharaui.

Mapa mostrando la proximidad geográfica entre Canarias y Marruecos

El futuro del proyecto dependerá en gran medida de cómo evolucione la situación diplomática en la región y de la capacidad de los actores involucrados para encontrar soluciones creativas que permitan aprovechar las oportunidades tecnológicas y económicas sin generar conflictos legales y políticos.

Reflexiones Finales

El cable submarino entre Canarias y Marruecos es un ejemplo paradigmático de cómo la infraestructura digital se ha convertido en un elemento central de la geopolítica contemporánea. En un mundo cada vez más interconectado, los cables de fibra óptica son tan estratégicos como lo fueron en su momento las rutas comerciales o los oleoductos.

Este proyecto también nos recuerda que la tecnología nunca es neutral. Cada decisión sobre dónde tender un cable, qué ruta seguir o quién controlará la infraestructura tiene implicaciones políticas, económicas y sociales que trascienden el ámbito meramente técnico.

Mientras el cable se fabrica y se prepara para su instalación en 2026, los actores involucrados tendrán que navegar por un complejo mar de intereses contrapuestos, obligaciones legales y consideraciones geopolíticas. El resultado determinará no solo el futuro digital de Canarias, sino también el curso de las relaciones entre España, Marruecos y el Sáhara Occidental en los años venideros.

"En las profundidades del océano Atlántico, donde se tenderá el nuevo cable submarino, no solo fluyen datos digitales, sino también las corrientes de la historia, la política y la diplomacia que han moldeado esta región durante siglos."

Publicado el 13/8/2025

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