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Pagar en efectivo en España ahora te cuesta menos

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Robinson Lalos
Editor Senior
Pagar en efectivo en España ahora te cuesta menos

El efectivo vuelve con fuerza: Descubre por qué pagar en efectivo te está saliendo más barato en España

"Si me lo das en efectivo te sale un euro más barato". Esta frase, cada vez más común en comercios de toda España, esconde un fenómeno sorprendente en plena era digital

Billete de 100 euros sobre un fondo urbano

En un mundo que parece abrazar sin reservas la digitalización de los pagos, algo curioso está ocurriendo en España. El dinero en efectivo, ese medio de pago que muchos daban por sentado que desaparecería, está experimentando un inesperado resurgimiento. Y no se trata solo de una preferencia por parte de los consumidores, sino de una estrategia activa por parte de los comerciantes que están incentivando su uso a través de descuentos atractivos.

Una tendencia creciente

Lo que comenzó como una práctica esporádica en pequeños comercios se ha convertido en una moda extendida por todo el país. Desde peluquerías hasta restaurantes, pasando por tiendas de ropa y establecimientos de todo tipo, cada vez más negocios ofrecen descuentos significativos a quienes eligen pagar con billetes y monedas en lugar de usar tarjeta o móvil.

Este fenómeno plantea preguntas interesantes sobre nuestra relación con el dinero, las motivaciones detrás de estas prácticas comerciales y, sobre todo, sobre el equilibrio entre la comodidad de los pagos digitales y los beneficios tangibles del efectivo. ¿Es simplemente una estrategia para ahorrar comisiones bancarias o hay algo más detrás de este resurgimiento del dinero físico?

Comparación entre pagar en efectivo y con tarjeta

Para entender esta tendencia, debemos analizar varios aspectos: la legalidad de ofrecer descuentos por pagar en efectivo, las estadísticas sobre el uso del efectivo en España, las ventajas y desventajas de cada método de pago, y el dilema ético que surge cuando estos descuentos son desproporcionadamente altos.

La legalidad de los descuentos por pagar en efectivo

Billetes de euros de diferentes denominaciones

Una de las primeras preguntas que surge ante esta práctica es si es legal ofrecer descuentos por pagar en efectivo. Muchos consumidores, al escuchar la propuesta "te sale más barato si pagas en efectivo", podrían pensar que se trata de una estrategia para evadir impuestos. Sin embargo, la realidad es que esta práctica es perfectamente legal en España, siempre que se cumplan ciertos requisitos.

El marco legal

El Artículo 60.2 de la Ley 16/2009, de 13 de noviembre, de servicios de pago, establece claramente: "El beneficiario no podrá cobrar al ordenante gastos por el uso de un instrumento de pago determinado. En todo caso, el beneficiario podrá ofrecer una reducción al ordenante por el uso de un instrumento de pago determinado". Esto significa que, aunque un comercio no puede cobrar un suplemento por pagar con tarjeta, sí está permitido ofrecer un descuento por pagar en efectivo.

Esta distinción es crucial. Mientras que el recargo por pagar con tarjeta está prohibido, el descuento por pagar en efectivo es una práctica legal y regulada. Los comercios pueden anunciar abiertamente estas ofertas y aplicarlas sin ningún problema legal, siempre que el dinero ingresado se declare correctamente a Hacienda.

Es importante destacar que esta legalidad se extiende a todos los tipos de comercios y servicios, desde pequeños negocios autónomos hasta grandes empresas. La ley no establece límites en cuanto al porcentaje de descuento que se puede ofrecer, aunque como veremos más adelante, descuentos excesivamente altos pueden levantar sospechas sobre posibles irregularidades fiscales.

"El beneficiario podrá ofrecer una reducción al ordenante por el uso de un instrumento de pago determinado." - Artículo 60.2 de la Ley 16/2009, de servicios de pago

La diferencia entre legalidad y ética fiscal

Aunque ofrecer descuentos por pagar en efectivo es legal, es fundamental distinguir entre esta práctica y la evasión fiscal. El primero es una estrategia comercial legítima para ahorrar costes y fidelizar clientes, mientras que la segunda consiste en no declarar ingresos para evitar pagar impuestos, lo cual es ilegal. Los comercios que ofrecen descuentos por efectivo deben emitir factura o ticket correspondiente y declarar la totalidad del ingreso, independientemente del método de pago utilizado por el cliente.

En resumen, la ley española permite y regula los descuentos por pagar en efectivo como una herramienta comercial legítima. Sin embargo, es responsabilidad tanto de comerciantes como de consumidores asegurarse de que estas prácticas se realicen dentro del marco legal y fiscal correspondiente.

El efectivo en cifras: ¿Quiénes lo usan y por qué?

Gráfica sobre métodos de pago en España por edad y nivel educativo

Contrariamente a lo que podríamos pensar en plena era digital, el dinero en efectivo sigue desempeñando un papel importante en la economía española. Según datos del estudio SPACE 2024 del Banco Central Europeo sobre actitudes de pago, un 26,4% de los españoles prefiere pagar en efectivo, un porcentaje superior a la media de la zona euro, que se sitúa en el 21,9%.

Perfiles de usuarios de efectivo

El estudio revela datos interesantes sobre los segmentos de población que más utilizan el efectivo en España. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son quienes más prefieren el efectivo, con un 30,2%, seguidos por las personas de entre 55 y 64 años (27,2%). También hay diferencias por nivel educativo: las personas con estudios primarios son las que más recurren al efectivo (28,6%), mientras que las que tienen estudios universitarios lo hacen en menor medida (24,1%). Por género, las mujeres muestran una ligera mayor preferencia por el efectivo (27,6%) frente a los hombres (25,1%).

Estas estadísticas desmienten la idea de que el efectivo es un medio de pago en vías de extinción o reservado a las personas mayores. De hecho, los jóvenes son uno de los grupos que más lo utilizan, lo que sugiere que factores como la privacidad, el control del gasto o simplemente la preferencia personal juegan un papel importante en la elección del método de pago.

Gráfica sobre el uso de efectivo y tarjeta en España

Otro dato revelador es que aproximadamente un 63% de los españoles considera importante o muy importante que exista la opción de pagar en efectivo. Este porcentaje, similar al de otros países de la eurozona, refleja una fuerte preferencia social por conservar el efectivo como medio de pago, incluso en un contexto de creciente digitalización.

El efectivo como garantía

La persistencia del efectivo se explica en parte por su percepción como una herramienta esencial para garantizar la autonomía financiera, la inclusión y la seguridad del consumidor. Muchas personas valoran tener efectivo como respaldo frente a posibles fallos técnicos en los sistemas de pago digital, como apagones, problemas de conexión a internet o fallos en los terminales de pago. De hecho, solo el 20,5% de los españoles ha experimentado dificultades técnicas para realizar un pago digital, lo que sugiere que, aunque los problemas son poco frecuentes, la posibilidad de que ocurran hace que muchas personas prefieran tener el efectivo como alternativa.

En resumen, el efectivo sigue siendo un medio de pago relevante en España, utilizado por una parte significativa de la población y valorado como opción por la mayoría de los españoles. Los descuentos por pagar en efectivo están aprovechando esta preferencia existente, ofreciendo un incentivo adicional para quienes ya tienen una inclinación natural hacia este método de pago.

Ventajas y desventajas del efectivo frente a la tarjeta

Tabla comparativa de métodos de pago

Para entender por qué los descuentos por pagar en efectivo se han vuelto tan populares, es necesario analizar las ventajas y desventajas de este método de pago frente a las tarjetas y otros medios digitales. Cada opción tiene sus propios beneficios y limitaciones, y la elección entre ellas depende de las circunstancias y preferencias de cada consumidor.

Ventajas del efectivo

El efectivo ofrece varias ventajas que lo hacen atractivo tanto para consumidores como para comerciantes:

Para los consumidores, el efectivo proporciona un mayor control sobre el gasto, ya que es más tangible ver cómo se reduce el dinero físico. También ofrece privacidad, ya que no deja rastro digital de las transacciones, y es universalmente aceptado sin necesidad de tecnología. Además, en caso de emergencias o fallos técnicos, el efectivo es el único método de pago que funciona sin depender de infraestructuras digitales.

Para los comerciantes, el efectivo elimina las comisiones que cobran los bancos por las transacciones con tarjeta, que pueden variar entre el 0,4% y el 2% dependiendo del tipo de tarjeta y el contrato con la entidad bancaria. También permite una liquidez inmediata, sin esperar a que se procesen los pagos con tarjeta, que pueden tardar varios días en abonarse en la cuenta del comerciante.

Desventajas del efectivo

A pesar de sus ventajas, el efectivo también presenta importantes desventajas:

Para los consumidores, el efectivo es menos seguro, ya que si se pierde o es robado, es difícil recuperar el dinero. También es menos práctico para grandes cantidades, ya que implica cargar con mucho peso y volumen. Además, no permite realizar compras online ni transacciones a distancia, cada vez más comunes en la economía actual.

Para los comerciantes, el efectivo implica mayores riesgos de seguridad, tanto en el transporte como en el almacenamiento del dinero. También requiere más tiempo para su gestión, como contar el dinero, depositarlo en el banco y conciliar las cuentas. Además, el efectivo dificulta el seguimiento de las transacciones, lo que puede complicar la gestión contable y fiscal.

"El efectivo sigue percibiéndose como una herramienta esencial para garantizar la autonomía financiera, la inclusión y la seguridad del consumidor." - Estudio SPACE 2024 del Banco Central Europeo

Las tarjetas como alternativa

Las tarjetas y otros métodos de pago digital ofrecen ventajas complementarias al efectivo:

Para los consumidores, las tarjetas son más seguras, ya que en caso de pérdida o robo se pueden bloquear rápidamente. También son más convenientes para grandes compras y permiten realizar transacciones a distancia. Además, muchas tarjetas ofrecen programas de recompensas, cashback o seguros adicionales que el efectivo no puede proporcionar.

Para los comerciantes, las tarjetas agilizan las transacciones, reducen el riesgo de robos y facilitan la contabilidad al dejar un registro digital de todas las operaciones. Además, aceptar pagos con tarjeta puede aumentar las ventas, ya que muchos consumidores tienden a gastar más cuando pagan con tarjeta que cuando lo hacen en efectivo.

Comparativa de métodos de pago en España

En este contexto, los descuentos por pagar en efectivo aparecen como un incentivo para equilibrar la balanza entre las ventajas de las tarjetas y los beneficios del efectivo. Para los comerciantes, ofrecer un pequeño descuento por pagar en efectivo puede compensar las comisiones bancarias y fidelizar a clientes que valoran este método de pago. Para los consumidores, estos descuentos representan un ahorro tangible que puede compensar las desventajas de usar efectivo.

El dilema ético: ¿Ahorro o evasión fiscal?

Billetes de 50 y 100 euros sobre una mesa

Aunque ofrecer descuentos por pagar en efectivo es legal, surge un dilema ético cuando estos descuentos son desproporcionadamente altos. Como mencionábamos al principio del artículo, hay casos en los que los comercios ofrecen descuentos de hasta el 35% por pagar en efectivo, un porcentaje que está muy por encima de las comisiones que cobran los bancos por las transacciones con tarjeta.

Descuentos sospechosos

Las comisiones medias por el uso de terminales de pago (TPV) en España suelen oscilar entre el 0,4% y el 2%, dependiendo del tipo de tarjeta y el volumen de operaciones. Por lo tanto, un descuento del 5% o 10% por pagar en efectivo podría justificarse como un incentivo para compensar estas comisiones y fidelizar clientes. Sin embargo, descuentos superiores al 15% o 20%, y especialmente los que se acercan al 35%, resultan difíciles de explicar desde una perspectiva puramente comercial y sugieren que el objetivo real podría ser la evasión fiscal.

El problema es que, aunque ofrecer descuentos por pagar en efectivo es legal, no declarar los ingresos obtenidos mediante estas transacciones es ilegal. Cuando un comercio ofrece un descuento tan elevado, es inevitable sospechar que su verdadera intención es que el dinero no pase por el circuito bancario y, por lo tanto, no sea declarado a Hacienda.

Esta situación pone a los consumidores en una posición complicada. Por un lado, pueden beneficiarse de descuentos significativos que suponen un ahorro real en su economía. Por otro lado, al aceptar estas ofertas, podrían estar colaborando, aunque sea de forma indirecta, en una posible evasión fiscal. Además, si la Agencia Tributaria detecta irregularidades en un comercio, los clientes que se han beneficiado de estos descuentos podrían verse implicados en investigaciones fiscales.

"Perder dinero no es una opción para el comercio, por lo que esa oferta, cuando supera el 5 o 10% parece tener un trasfondo que va más allá del clásico 'es para ahorrarme la comisión del TPV'." - Reflexión sobre los descuentos excesivos por pagar en efectivo

La responsabilidad compartida

La lucha contra la evasión fiscal es una responsabilidad compartida entre comerciantes, consumidores y autoridades:

Los comerciantes tienen la obligación de declarar todos sus ingresos, independientemente del método de pago utilizado por los clientes. Ofrecer descuentos por pagar en efectivo es una estrategia comercial legítima, pero debe hacerse dentro de unos límites razonables y con la correspondiente declaración fiscal.

Los consumidores, por su parte, deben ser conscientes de que descuentos excesivamente altos pueden ser un indicativo de irregularidades fiscales. Aunque no es responsabilidad del cliente vigilar la contabilidad de los comercios, sí es importante exigir siempre factura o ticket de compra, independientemente del método de pago utilizado.

Las autoridades fiscales, por último, deben intensificar los controles para detectar posibles irregularidades sin penalizar a los comerciantes que actúan de forma legal. Es importante distinguir entre la legítima estrategia comercial de ofrecer descuentos razonables por pagar en efectivo y la ilegal práctica de no declarar ingresos.

Pila de billetes de 500 euros

En definitiva, aunque los descuentos por pagar en efectivo son legales y pueden beneficiar tanto a comerciantes como a consumidores, es importante mantener un enfoque ético y responsable. Los descuentos excesivos no solo pueden ser indicativos de posibles irregularidades fiscales, sino que también distorsionan la competencia y perjudican a aquellos comerciantes que cumplen escrupulosamente con sus obligaciones fiscales.

El futuro del efectivo en una España cada vez más digital

Gráfica sobre la evolución de los cajeros automáticos en España

A pesar del resurgimiento del efectivo que estamos viviendo actualmente, es innegable que el futuro de los pagos en España y en todo el mundo es digital. La pandemia de COVID-19 aceleró la transición hacia métodos de pago sin contacto, y las nuevas generaciones, nacidas en la era digital, muestran una preferencia natural por los pagos electrónicos.

El euro digital

Uno de los developments más significativos en este sentido es el proyecto del euro digital, una moneda digital del Banco Central Europeo que conviviría con el efectivo y los depósitos bancarios. Aunque aún está en fase de desarrollo, el euro digital podría cambiar radicalmente el panorama de los pagos en España y en toda la zona euro, ofreciendo una alternativa digital segura y respaldada por las autoridades monetarias.

Sin embargo, es importante destacar que el euro digital no pretende reemplazar al efectivo, sino complementarlo. De hecho, el Banco Central Europeo ha insistido en que el efectivo seguirá estando disponible mientras exista demanda por parte de los ciudadanos. Esta posición refleja el reconocimiento de que el dinero en físico sigue desempeñando funciones importantes en la economía y en la sociedad.

En este contexto, los descuentos por pagar en efectivo podrían evolucionar hacia una estrategia de diferenciación para aquellos comercios que quieran mantener la opción del efectivo como valor añadido. En lugar de ser simplemente una forma de ahorrar comisiones bancarias, podrían convertirse en una declaración de principios sobre la importancia de ofrecer diversidad de opciones de pago y respetar las preferencias de todos los consumidores.

"Aproximadamente un 63% de los españoles considera importante o muy importante que exista la opción de pagar en efectivo." - Estudio SPACE 2024 del Banco Central Europeo

La coexistencia de métodos de pago

El futuro más probable no es la desaparición del efectivo, sino la coexistencia de múltiples métodos de pago, cada uno con sus propias ventajas y aplicaciones:

El efectivo seguirá siendo importante para transacciones pequeñas, para personas mayores o con menos acceso a la banca digital, y como respaldo en caso de emergencias tecnológicas. Las tarjetas y pagos móviles dominarán las transacciones diarias en entornos urbanos y comerciales. El euro digital, cuando se implemente, ofrecerá una opción digital segura y universal para pagos online y transacciones a distancia.

En este escenario, los descuentos por pagar en efectivo podrían perder parte de su atractivo si las comisiones bancarias siguen disminuyendo o si se introducen nuevas regulaciones que limiten esta práctica. Sin embargo, mientras existan diferencias de coste entre los distintos métodos de pago, siempre habrá incentivos económicos para que los comerciantes fomenten aquellos que les resulten más rentables.

Billete de 500 euros con detalles de seguridad

En última instancia, el futuro del efectivo en España dependerá de múltiples factores: la evolución tecnológica, las regulaciones fiscales, las preferencias de los consumidores y la capacidad de adaptación de los comerciantes. Lo que parece claro es que, aunque el efectivo pueda perder peso relativo en el conjunto de los pagos, seguirá desempeñando un papel relevante en la economía española durante muchos años.

Conclusión: El efectivo como opción, no como obligación

Bolsa con billetes de diferentes denominaciones

El resurgimiento del dinero en efectivo en España, impulsado en parte por los descuentos ofrecidos por los comerciantes, es un fenómeno complejo que refleja tanto las realidades económicas como las preferencias culturales de nuestra sociedad. Lejos de ser una simple anécdota, esta tendencia nos invita a reflexionar sobre el valor que damos a diferentes formas de dinero y sobre cómo estas formas moldean nuestras interacciones económicas diarias.

Más allá del ahorro inmediato

Los descuentos por pagar en efectivo son, ante todo, una estrategia comercial legítima que permite a los comerciantes compensar las comisiones bancarias y fidelizar a clientes. Sin embargo, su popularidad también revela algo más profundo: la persistencia de una relación especial con el dinero físico que trasciende meras consideraciones económicas.

El efectivo representa tangibilidad, control, privacidad y autonomía. En un mundo cada vez más digital e intangible, estas cualidades adquieren un valor simbólico que va más allá de su valor facial. Por eso, aunque los pagos digitales sigan ganando terreno, es probable que el efectivo conserve un lugar especial en la economía y en la psicología de los consumidores.

Es importante, sin embargo, mantener un equilibrio entre la libertad de elección de los consumidores y comerciantes y la responsabilidad fiscal que todos tenemos. Los descuentos excesivos por pagar en efectivo no solo pueden ser indicativos de posibles irregularidades, sino que también distorsionan la competencia y pueden perjudicar a aquellos comerciantes que cumplen escrupulosamente con sus obligaciones fiscales.

Como consumidores, tenemos el derecho y la responsabilidad de exigir transparencia en todas nuestras transacciones, independientemente del método de pago que elijamos. Exigir factura o ticket, estar informados sobre nuestros derechos como consumidores y ser conscientes de las implicaciones fiscales de nuestras decisiones son actitudes que contribuyen a una economía más sana y justa para todos.

"El efectivo sigue percibiéndose como una herramienta esencial para garantizar la autonomía financiera, la inclusión y la seguridad del consumidor." - Estudio SPACE 2024 del Banco Central Europeo

Hacia un ecosistema de pagos diverso

El futuro ideal no es la sustitución de un método de pago por otro, sino la coexistencia de múltiples opciones que se adapten a las diferentes necesidades y circunstancias de los consumidores y comerciantes. En este ecosistema diverso, el efectivo seguirá desempeñando un papel importante, especialmente para ciertos segmentos de la población y en determinados contextos.

En definitiva, los descuentos por pagar en efectivo son más que una simple moda pasajera; son un síntoma de la compleja relación que mantenemos con el dinero y de la necesidad de preservar opciones en un mundo que tiende hacia la estandarización digital. Que el efectivo vuelva con fuerza no es un signo de atraso, sino un recordatorio de la importancia de la diversidad y la elección en nuestras vidas económicas.

Publicado el 4/9/2025

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