Economía Circular en Acción: Cómo ABB y Molg Están Usando Robótica e IA para Revolucionar el Reciclaje Electrónico

Economía Circular en Acción: Cómo ABB y Molg Están Usando Robótica e IA para Revolucionar el Reciclaje Electrónico

Vivimos en una era de rápida innovación tecnológica, donde los dispositivos electrónicos se vuelven obsoletos a un ritmo sin precedentes. Desde nuestros teléfonos móviles y ordenadores portátiles hasta la compleja maquinaria industrial, la vida útil de muchos productos se acorta, generando una montaña creciente de residuos electrónicos, también conocidos como e-waste o RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Este flujo constante de desechos representa uno de los desafíos ambientales y logísticos más apremiantes de nuestro tiempo. Contienen materiales valiosos que se pierden si no se gestionan adecuadamente, y a menudo incorporan sustancias peligrosas que pueden dañar el medio ambiente y la salud humana si terminan en vertederos.

La solución a largo plazo pasa por adoptar los principios de la economía circular. Este modelo busca mantener los productos, componentes y materiales en su mayor utilidad y valor en todo momento. En lugar de la linealidad de «tomar, hacer, desechar», la economía circular se centra en la reutilización, la reparación, la remanufactura y, por supuesto, un reciclaje eficiente y de alta calidad que permita recuperar materiales valiosos para reintroducirlos en el ciclo productivo. Sin embargo, aplicar estos principios a productos complejos como la electrónica es extraordinariamente difícil con las tecnologías actuales.

Aquí es donde entra en juego la necesidad de la innovación radical. Desmontar y clasificar los miles de componentes y materiales heterogéneos que se encuentran dentro de un dispositivo electrónico es una tarea que consume mucho tiempo, es costosa y a menudo depende de mano de obra manual, lo que limita su escala y eficiencia. Para cerrar el ciclo de la electrónica de manera efectiva, necesitamos formas automatizadas e inteligentes de gestionar el fin de vida de estos productos.

Es en este contexto que la noticia de la inversión de ABB, un gigante tecnológico global, en la startup estadounidense Molg adquiere una relevancia significativa. Esta asociación no es solo una inversión financiera; es una apuesta estratégica por una tecnología que tiene el potencial de transformar la forma en que reciclamos y revalorizamos la electrónica compleja, comenzando por un componente industrial crucial: los variadores de frecuencia.

La Montaña Creciente de Residuos Electrónicos: Un Problema Global Urgente

Las cifras del e-waste son alarmantes. Cada año, se generan decenas de millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo. Según informes recientes, el volumen de e-waste global sigue aumentando a un ritmo acelerado. Para ponerlo en perspectiva, la cantidad de desechos electrónicos producidos anualmente pesaría más que todos los aviones comerciales jamás construidos.

[Enlace externo: Informe reciente sobre estadísticas de e-waste global]

Este torrente de desechos no solo representa una pérdida masiva de recursos valiosos (metales preciosos como oro, plata y platino; metales base como cobre y aluminio; y minerales críticos como el cobalto y las tierras raras), sino también un riesgo ambiental considerable. Muchos componentes electrónicos contienen sustancias tóxicas como plomo, mercurio, cadmio y retardantes de llama bromados. Si estos desechos no se procesan adecuadamente en instalaciones de reciclaje especializadas, pueden contaminar el suelo, el agua y el aire, afectando los ecosistemas y la salud humana.

¿Por Qué es Tan Difícil Reciclar Electrónica Compleja?

El reciclaje de residuos electrónicos es intrínsecamente más complicado que el de otros materiales como el papel o el vidrio. Las razones son múltiples:

  1. Heterogeneidad: Un solo dispositivo electrónico puede contener cientos o miles de tipos diferentes de materiales y componentes, ensamblados de formas intrincadas.
  2. Diseño no pensado para el desmontaje: Históricamente, los productos electrónicos se han diseñado pensando en la funcionalidad, el rendimiento y la producción en masa, no en la facilidad con la que se pueden desmontar al final de su vida útil.
  3. Materiales peligrosos entremezclados: Las sustancias tóxicas a menudo están íntimamente ligadas a los materiales valiosos, lo que requiere procesos de separación complejos y seguros.
  4. Procesos manuales ineficientes: Gran parte del desmontaje de electrónica para recuperar componentes o materiales aún se realiza manualmente en muchas partes del mundo. Esto es lento, costoso, peligroso para los trabajadores y, a menudo, no logra recuperar una alta proporción de los materiales valiosos o no maneja adecuadamente los peligrosos.
  5. Tecnologías de trituración limitadas: Si bien la trituración es un método común para procesar e-waste, a menudo resulta en una mezcla de materiales finamente divididos que son difíciles de separar de manera eficiente y pura. Esto reduce el valor de los materiales recuperados y puede liberar contaminantes.
  6. Recuperación de materiales críticos: La recuperación de materiales críticos y tierras raras es particularmente desafiante debido a sus bajas concentraciones en los productos y la complejidad de las aleaciones y compuestos en los que se encuentran.

Superar estos obstáculos requiere un enfoque innovador que vaya más allá de las técnicas de reciclaje convencionales.

La Economía Circular: Un Nuevo Paradigma Necesario

Ante el problema del e-waste y la finitud de los recursos naturales, la economía circular emerge no solo como una alternativa, sino como una necesidad imperativa. Este modelo se basa en tres principios clave:

  1. Eliminar residuos y contaminación desde el diseño: Pensar en el fin de vida del producto desde la etapa de diseño, utilizando materiales seguros y facilitando el desmontaje y la reutilización.
  2. Mantener productos y materiales en uso: Extender la vida útil de los productos a través de la reparación, el mantenimiento, la reutilización y la remanufactura.
  3. Regenerar sistemas naturales: Devolver los materiales biológicos de forma segura a la biosfera y los materiales técnicos a través de ciclos cerrados de alta calidad, evitando la contaminación.

[Enlace externo: Explicación detallada de los principios de la economía circular]

En el contexto de la electrónica, aplicar la economía circular significa diseñar dispositivos que duren más, que sean fáciles de reparar y actualizar, y que, al final de su vida útil, puedan desmontarse eficientemente para recuperar componentes funcionales para su reutilización o materiales de alta calidad para su reciclaje. Es aquí donde la tecnología juega un papel fundamental para cerrar este ciclo de manera efectiva y económica.

Presentando a Molg y su Tecnología Clave

Molg es una startup con sede en EE.UU. que ha desarrollado una solución tecnológica innovadora diseñada específicamente para abordar el complejo desafío del reciclaje electrónico: el sistema «End-of-Life Decider» (EoLD).

¿Quién es Molg?

Molg se ha enfocado en la robótica avanzada, la visión artificial y la inteligencia artificial para crear un sistema automatizado capaz de procesar flujos de residuos electrónicos heterogéneos. Su visión es transformar el reciclaje de «aplastar y quemar» a «desmontar y reutilizar», maximizando la recuperación de valor y minimizando el impacto ambiental.

El Sistema EoLD: Visión, IA y Desmontaje Inteligente

El corazón de la tecnología de Molg es su sistema EoLD. ¿Cómo funciona? A grandes rasgos, opera de la siguiente manera:

  1. Percepción Avanzada: Utiliza sistemas de visión artificial (cámaras de alta resolución, posiblemente con capacidades 3D) para inspeccionar los productos electrónicos que llegan. La visión artificial, impulsada por la IA, permite al sistema identificar el tipo específico de producto, su estado y, crucialmente, cómo está construido.
  2. Toma de Decisiones Inteligente («Decider»): Aquí es donde la IA y el machine learning son esenciales. Basándose en la información visual y una base de datos de conocimientos sobre diferentes productos y materiales, el sistema decide automáticamente la mejor estrategia de desmontaje para cada unidad individual. ¿Se puede reutilizar un componente específico? ¿Qué materiales valiosos contiene? ¿Cuál es la secuencia óptima de cortes o manipulaciones robóticas para acceder a ellos de manera eficiente y segura? La IA evalúa estas variables en tiempo real.
  3. Desmontaje Robótico de Precisión: Una vez que el «Decider» ha trazado el plan, un sistema robótico (brazos robóticos articulados) ejecuta el desmontaje. Equipados con diversas herramientas (cortadores, pinzas, destornilladores especializados), los robots realizan las acciones precisas para separar componentes y materiales, una tarea que sería muy difícil y repetitiva para un humano.
  4. Clasificación Automática: A medida que los componentes y materiales se separan, el sistema los clasifica automáticamente en diferentes flujos para su posterior procesamiento: componentes para reutilización, metales para reciclaje, plásticos para reciclaje (si es viable), y residuos peligrosos para su gestión especializada.

Lo revolucionario del sistema EoLD es su capacidad para manejar la variabilidad. No necesita que todos los productos sean idénticos. Puede adaptarse a diferentes modelos, tamaños y estados de los productos dentro de una misma categoría de residuos electrónicos, gracias a su inteligencia artificial que aprende y se adapta.

Variadores de Frecuencia: Un Caso de Estudio Crítico

Molg se ha centrado inicialmente en los variadores de frecuencia (VSD – Variable Speed Drives). ¿Por qué estos productos? Los variadores de frecuencia son componentes industriales esenciales que controlan la velocidad y el par de los motores eléctricos, optimizando el consumo de energía en una vasta gama de aplicaciones, desde sistemas de bombeo y ventilación hasta líneas de producción y ascensores. Son productos complejos, que contienen una mezcla diversa de materiales valiosos (como cobre en los inductores, aluminio en los disipadores de calor y metales preciosos en las placas de circuito) y componentes sofisticados (semiconductores de potencia, condensadores) que podrían tener valor para su reutilización o recuperación. [Enlace interno: Artículo sobre qué son y para qué sirven los variadores de frecuencia]

Además, el gran volumen de variadores de frecuencia que llegan al final de su vida útil y la dificultad de su reciclaje manual los convierten en un objetivo ideal para una solución de desmontaje automatizado como la de Molg.

La Inversión de ABB: Estrategia y Sinergia

La decisión de ABB, a través de su brazo de capital de riesgo ABB Technology Ventures (ATV), de liderar una ronda de financiación en Molg subraya la importancia estratégica de esta tecnología. ABB no es solo un fabricante líder de variadores de frecuencia; es una empresa comprometida con la sostenibilidad y la economía circular en sus propias operaciones y productos.

ABB Technology Ventures (ATV): Impulsando la Innovación

ATV tiene la misión de invertir en startups innovadoras que desarrollan tecnologías disruptivas alineadas con las áreas de negocio de ABB: electrificación y automatización. Estas inversiones buscan tanto retornos financieros como sinergias estratégicas que puedan beneficiar a ABB y a sus clientes, impulsando la innovación dentro de la propia empresa y en las industrias a las que sirve. La inversión en Molg encaja perfectamente en esta estrategia, al abordar un desafío crítico relacionado con el ciclo de vida de sus propios productos (los variadores) y la necesidad de soluciones de automatización inteligente en el sector del reciclaje.

Alineación con la Estrategia de Sostenibilidad de ABB

ABB ha establecido objetivos ambiciosos de sostenibilidad, incluida la reducción de su huella ambiental y la promoción de la economía circular a lo largo de la cadena de valor. Contar con una solución eficiente para el desmontaje y reciclaje de productos complejos como los variadores es fundamental para cerrar el ciclo de vida de sus propios equipos, facilitar la recuperación de materiales para su posible reincorporación en nuevos productos y ofrecer a sus clientes opciones de fin de vida más sostenibles. La asociación con Molg acelera significativamente la capacidad de ABB para cumplir estos objetivos en el ámbito del e-waste de equipos industriales.

Beneficios Mutuos: Para ABB, Molg y la Industria

La colaboración entre ABB y Molg genera beneficios en múltiples direcciones:

  • Para Molg: La inversión de ABB proporciona capital, credibilidad en el mercado (especialmente en el sector industrial) y la posibilidad de acceder a la experiencia de ABB en automatización, fabricación y gestión de productos. Esto puede ayudar a Molg a escalar su tecnología y llevarla al mercado más rápidamente.
  • Para ABB: Acceso temprano a una tecnología de desmontaje robótico líder en el mundo que puede integrar en sus propias operaciones o modelos de servicio. Mejora su capacidad de gestionar el fin de vida de sus productos y refuerza su posición como líder en sostenibilidad. Permite explorar nuevos modelos de negocio relacionados con la recuperación y revalorización de materiales.
  • Para la Industria del Reciclaje y la Electrónica: La tecnología de Molg, con el respaldo de un actor global como ABB, puede establecer un nuevo estándar para el reciclaje de electrónica compleja, haciéndolo más eficiente, seguro y rentable. Esto puede incentivar la adopción de la economía circular en el sector y facilitar la recuperación de materiales críticos, reduciendo la dependencia de la extracción de recursos vírgenes.

El Potencial Transformador y el Futuro

Si bien el enfoque inicial en los variadores de frecuencia es un paso lógico dada la experiencia de ABB, el potencial de la tecnología EoLD de Molg se extiende mucho más allá.

Más Allá de los Variadores: Otras Corrientes de E-waste

La capacidad del sistema para identificar, decidir y desmontar productos complejos utilizando visión e IA sugiere que podría adaptarse para procesar una amplia gama de otros residuos electrónicos. Piensa en ordenadores portátiles, servidores, equipos de telecomunicaciones, electrodomésticos grandes o incluso vehículos eléctricos cuando llegan al final de su vida útil. Todos estos productos presentan desafíos de desmontaje y clasificación que la tecnología de Molg podría ayudar a resolver a escala industrial. La inversión de ABB podría ser el trampolín para aplicar esta solución a otras corrientes de e-waste globales.

Impacto en la Recuperación de Materiales Críticos

La recuperación eficiente de materiales críticos (como cobalto, litio, neodimio) de productos electrónicos es vital para la seguridad del suministro y la transición energética (muchos se usan en baterías y tecnologías renovables). Los métodos actuales de reciclaje a menudo no recuperan estos materiales o lo hacen de forma ineficiente. La capacidad de Molg para desmontar productos complejos y clasificar materiales de forma precisa podría mejorar significativamente la recuperación de estos elementos esenciales, reduciendo la necesidad de minería primaria, que a menudo tiene un alto costo ambiental y social.

Creación de Nuevos Modelos de Negocio en la Economía Circular

Una tecnología de desmontaje automatizado eficiente no solo mejora el reciclaje; también habilita nuevos modelos de negocio. Las empresas podrían ofrecer servicios de «producto como servicio» donde son responsables del fin de vida, recuperando componentes valiosos para reincorporarlos en nuevos productos (remanufactura) o vendiendo materiales de alta pureza recuperados. Esto transforma los residuos de un costo a una fuente de valor.

Desafíos y el Camino por Delante

Por supuesto, la implementación a gran escala de esta tecnología no estará exenta de desafíos. La estandarización (o falta de ella) en el diseño de productos electrónicos sigue siendo un obstáculo. El coste inicial de los sistemas robóticos avanzados puede ser elevado. Además, asegurar que el proceso de desmontaje sea lo más eficiente energéticamente posible y que se gestionen adecuadamente todos los flujos de materiales (incluidos los peligrosos) son aspectos cruciales a considerar a medida que la tecnología se escala.

A pesar de estos desafíos, la dirección es clara. La combinación de robótica, visión artificial e inteligencia artificial es la clave para desbloquear el potencial de la economía circular en el sector electrónico.

Conclusión

La colaboración entre ABB y Molg, centrada en el uso de robótica e inteligencia artificial para el desmontaje automatizado de variadores de frecuencia, es un ejemplo inspirador de cómo la tecnología puede abordar algunos de los problemas ambientales más complejos de nuestra era. Al invertir en Molg, ABB no solo apoya una solución innovadora para el reciclaje de sus propios productos, sino que también impulsa la transición hacia una economía circular más robusta y eficiente para toda la industria electrónica.

El sistema EoLD de Molg representa un avance significativo en la capacidad de gestionar el fin de vida de productos complejos, permitiendo una mayor recuperación de materiales valiosos y la gestión segura de sustancias peligrosas. Si esta tecnología logra escalarse y aplicarse a otras corrientes de e-waste, podría tener un impacto transformador en la reducción de residuos, la conservación de recursos y la creación de modelos de negocio más sostenibles. El futuro del reciclaje electrónico no se basará en la trituración masiva, sino en el desmontaje inteligente y automatizado, y la asociación entre ABB y Molg nos muestra un camino prometedor hacia esa realidad. Es una apuesta por un futuro donde el e-waste no sea solo un problema, sino una oportunidad para cerrar ciclos y construir una economía más sostenible.

Publicado el 4/20/2025

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